Bakemono, de Xian Nu Studio (reseña)

La vida de Mayu, una chica huérfana, apocada y timida, da un vuelco radical cuando un buen día es adoptada por Evein, un Cazador de Bakemonos afable y misterioso que tiene un hijo de su misma edad, Mafuyu, junto al cual comenzará su entrenamiento como futura Cazadora. Poco a poco, nuestra protagonista irá descubriendo el misterioso pasado de su nueva familia y el suyo propio, empezando a atar cabos y responder preguntas que habían rondado su mente desde mucho tiempo atrás... Mientras tanto ¿qué se esconde tras los asesinatos del templo de la ciudad de Tale?

Irene (Pukalince) y Laura (Felwyn) son las componentes de las ya conocidísimas Xian Nu Studio que nos presentan por fin la obra acabada de Bakemono al publicar el último tomo, Bakemono Luna roja, Sacrificio. Bakemono comienza a contarnos la historia de Mayu, una tímida muchacha que, tras se adoptada por Evein, comenzó su duro entrenamiento como cazadora de Bakemonos. Dulce, compasiva y sonriente, choca tremendamente desde el principio con la personalidad de Mafuyu, el hijo de Evein, con quien comparte casa y a veces incluso alguna que otra cacería. Lo que al principio parece una tarea con alguna que otra complicación, acaba convirtiéndose en una lucha por sobrevivir a su existencia y por salvar a aquellos que ama.

El gran punto a favor que tiene la historia de Bakemono es que podemos encontrarnos un poco de todo: Desde tiernas historias de amor hasta luchas por la superviviencia donde nos llevaremos alguna que otra sorpresa. Es una historia que en algunos momentos te hace reír, y en otros (sobretodo al final) llorar. Aunque quizá el primer tomo se pueda hacer algo lento y pueda parecer que lo que ocurre es insignificante, es la perfecta manera de hacernos conocer y comprender las motivaciones de los personajes, comenzar a plantearnos preguntas y llegar a ver el desarrollo de estos a lo largo del resto de la historia. Al estar dividida entres tomos, la historia tiene espacio suficiente para ser desarrollada y queda completamente cerrada al final, con todas las preguntas que uno pueda hacerse a lo largo de sus páginas bien contestadas. Aunque quizá lo único que hay que tener un poco en cuenta es que al final hay que estar un poco atentos a lo que ocurre porque el ritmo narrativo se acelera en comparación al primer tomo.

Los personajes tienen un gran desarrollo no solo a nivel personal sino a nivel de la historia a lo largo de los tres tomos. Todos quedan muy bien diferenciados tanto en dibujo como en personalidad y siempre hay alguno que consigue cautivarte de alguna manera, ya sea por su aire travieso y felino (como es el caso de Belkis), por el aura misteriosa y bondadosa (Evein) o por su aterradora inocencia (como Hanako). Otro punto a su favor es el cuidadoso desarrollo de los pasados, lo que ayuda a colocar mejor las piezas del puzle que conforma Bakemono.

Estilísticamente Bakemono nos ofrece un dibujo con su seña de identidad, muy pulido, en el que puede apreciarse claramente la mejoría del primer al tercer tomo. Los personajes quedan muy bien diferenciados, de modo que a la vista no los confundes, lo que ayuda a que la asimilación de las viñetas sea mucho más fluida. Todas las escenas están muy cuidadas, muy limpias (algo que las artistas dejan claro que dominan)

Si os gustan las historias de amor, con un final muy digno y emotivo que hará que se os pongan los pelos de punta, con una historia que mejora con cada página, incluso con sus pequeños tintes eróticos, Bakemono es una elección más que acertada. Buen dibujo, una bonita historia y un final que recordar. Muy recomendable.

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