Plataformas online para obtener dinero por tu arte

Hace un tiempo os hablábamos en este blog de Libros.com, la primera editorial cuya forma de publicar se basa en el crowdfunding.

Se asocia crowdfunding con Kickstarter, pero... ¿es la única opción para obtener alguna recompensa económica por tu trabajo? Aquí tienes una selección de plataformas a través de las cuales un autor que viva en España puede sacar algo de provecho económico de su obra de manera independiente.




Plataformas al estilo Kickstarter



A la hora de producir y vender su obra, muchos creadores se decantan por el mecenazgo, pero tanto en el crowdfunding como en el crowdsourcing hay más fracasos que historias felices, aunque solo las historias felices se publicitan. El 90% de tus seguidores no interaccionan y del 10% que interacciona, el 5 % hará un aporte económico a tu proyecto. Aún así, no se puede negar que el mecenazgo, a pesar de ser una práctica bastante antigua, está creciendo y expandiéndose últimamente. Solo en 2012 movió 2.700 millones de dólares en todo el mundo.

Kickstarter fue una de las primeras plataformas de mecenazgo que surgieron en internet. Pero si vives en España no puedes publicar tu proyecto allí ya que debes cumplir ciertos requisitos. La buena noticia es que otras plataformas han copiado el modelo de Kickstarter, y tenemos otras opciones:

Indiegogo: Creada antes de la archiconocida Kisckstarter, se diferencia de ésta en que permite que usuarios de cualquier parte del mundo puedan presentar un proyecto. Además no sigue el modelo del "todo o nada", así que si no se consigue recaudar el 100% de la cantidad fijada, el autor aún se puede llevar lo que haya recaudado hasta que finalice la campaña. El sitio cobra una tasa de 4% si se consigue llegar o sobrepasar el 100%, y 9% si no se consigue. Si se trata de una ONG, se reducen estas tasas en un 25%. No permite financiación directa de empresas.
FAQ: http://www.indiegogo.com/indiegogo-faq

Verkami: Sigue el modelo "todo o nada", y el plazo está fijado en 40 días. Cobra una comisión del 5% de la cantidad conseguida, a lo que habrá que sumar las tasas de la pasarela de pago (paypal, transferencia bancaria, etc.). Estas tasas sólo se cobran en el caso de que el proyecto tenga éxito. Además para poder publicar un proyecto hay que darse de alta como empresario profesional, y el proyecto debe superar una fase de revisión.
FAQ: http://www.verkami.com/page/faq

Goteo: Sigue el "todo o nada", y carga el 8% de la cantidad conseguida en concepto de tasas, más las tasas de la pasarela de pago. Se diferencia de las demás en que el proyecto debe "pensarse, producirse o distribuirse acogiéndose a alguna de las numerosas licencias libres y/o abiertas existentes" y debe generar beneficios colectivos. En este sentido, es una plataforma que apuesta fuertemente por la creación participativa y la construcción de comunidades alrededor de las iniciativas. Una vez has dado de alta tu proyecto, éste entra en un proceso de selección. El proceso de captación está dividido en dos fases, una de mínimos en la que hace falta lograr el 100% de la financiación, y una de óptimos que permite abordar acciones complementarias y en la cual no hace falta llegar al 100%. Ambas fases son de 40 días.
FAQ: http://goteo.org/faq/sponsor

Lanzanos: Es para proyectos creativos o solidarios. No fija un plazo para la campaña, lo fijas tú, y es ampliable. Se lleva el 5% de lo que recaudas y la puedes usar desde cualquier país. La comisión es del 5%, y se rebaja al 1% para ONGs. Aparte del propio proceso de aprobación de la plataforma, hay una fase previa en la que los proyectos van a “la caja”, de donde pasan a la fase siguiente sólo tras recibir un centenar de votos de los usuarios.
FAQ: http://www.lanzanos.com/faq



Los chicos de crowdacy han elaborado una lista más completa de plataformas de crowdfunding que funcionan desde España, y también podéis encontrar una lista actualizada en la página de universocrowdfunding.


Microdonaciones


Las plataformas antes mencionadas no ofrecen un modelo de crowdfunding sostenible, en el sentido de que el autor no puede vivir de su trabajo a través de ellas, sino financiar un proyecto concreto. Es decir, está bien para poner en marcha un proyecto grande que haces muy de vez en cuando, pero los creadores suelen trabajar en proyectos pequeños de forma continua a lo largo de todo el año. En ese sentido las plataformas anteriores funcionan más como un "preorder".

Para hacer frente a esto, surgen las plataformas de microdonaciones, que funcionan de manera similar al botón de donar de Paypal. Quien quiera apoyar al autor para que siga produciendo su trabajo, puede ofrecer la cantidad de dinero que decida para apoyar al autor de forma continuada (o bien ocasional si así lo prefiere), sin más que clicar un botón que el creador puede poner en su página web o redes sociales, para lo cual debe copiar y pegar un pequeño código. Eso sí, no esperes obtener grandes sumas de dinero con este método.

Flattr (de "flatter" o "halago" en español): Es para creadores que todavía no son muy conocidos o no tienen una gran fanbase, pero lanzan su trabajo con cierta regularidad. Por ejemplo, los youtubers o podcasters conforman la mayoría de sus usuarios. La filosofía de Flattr es que cualquier apoyo que puedas dar está bien, un euro es tan válido como 100 euros, el caso es donar. Esto viene de la observación de que el 80% de la financiación de los proyectos en plataformas tipo Kickstarter viene de "mucha gente" aportando "poco dinero". El problema es que se necesita que mucha gente apoye los proyectos para que este sistema funcione, sino, el dinero acaba circulando entre los mismos artistas y los únicos que se llevan un beneficio son los creadores de Flattr, ya que la plataforma se queda con el 10% de lo que ganes.
FAQ: https://flattr.com/support/faq

Gittip: El creador de gittip (de "give tip" o "dar propina") confiesa haberse inspirado en Flattr, pero con la diferencia de hacer algo más abierto y transparente, donde todo el mundo puede ver cuánto dinero te llevas y quién ha dado dinero a quién. En este caso Flattr da la opción de mostrarlo o no, aunque mucha gente prefiere ocultar esa información.
FAQ: https://www.gittip.com/about/faq.html

Patreon: ¿Qué pasa si le quieres dar más dinero a un artista que a otro? ¿O si le quieres dar a un sólo artista los 15 euros de tu cuenta? Con Flattr no puedes, porque el reparto se hace a final de mes equitativamente entre todos los Flattrs que has dado. Por eso surgió Patreon. Patreon es para micro-celebrities, y no tiene grandes expectativas más allá de ayudar a gente que quiere vivir de lo suyo pero no puede. Patreon no diferencia entre pago o donación. A diferencia de Flattr, Patreon está pensada para gente que ya tiene una fanbase. Por eso en Pattreon se enfocan más en atraer a creadores que a consumidores, bajo la premisa de que los creadores traerán a sus propios consumidores. La mayoría de sus usuarios son youtubers y creadores de música (Patreon ha sido definido por el CEO de gittip como un "gittip + videos de youtube"). Sólo se quedan el 5% en concepto de comisiones.
FAQ: http://www.patreon.com/faq

CentUp: Es una plataforma sin ánimo de lucro surgida de la observación de que hay una gran cantidad de personas que pulsan "Me gusta" o comparten contenido en internet, y ciertamente esto ayuda a la difusión de tu trabajo, pero no es suficiente. CentUp permite que los mecenas se impliquen un paso más allá, y que la mitad de lo que ganes se le dé a una organización benéfica que tú elijas, como explican en su video. Sus mayores usuarios son periódicos y revistas. La comisión es del 10%.
FAQ: https://www.centup.org/faqs


Outsourcing y plataformas de subcontratación



Por último, las plataformas para freelancers también están despegando, y últimamente se han fusionado dos de las grandes, oDesk y Elance (aunque algunos no han visto esta unión con buenos ojos).


oDesk, Elance, staff.com, freelancer.com... etc. Las plataformas online de autónomos forman una oficina mundial con 13 millones de profesionales independientes de unas 600 especialidades que trabajan por horas en casi todos los idiomas. Estas plataformas funcionan como una página de búsqueda de empleo: una empresa pone un anuncio bastante detallado, varios freelancers escriben una carta de presentación para atraer su atención, alguno de ellos es contratado, se realiza el trabajo y el freelance recibe su pago. Al final ambos se escriben una buena review que atraerá a más gente. Si se trabaja por horas, se requiere la instalación de un programa en tu ordenador que cada cierto tiempo va guardando capturas de pantalla del trabajo que vas haciendo, para demostrar que las horas pagadas se corresponden con las horas trabajadas, y para disponer de una chat room con tus clientes. También existe la opción de trabajar sobre un presupuesto fijo acordado entre ambas partes y cobrarlo a plazos. La plataforma se queda con el 10%, pero se lo cobran a tu cliente, no a ti. Si pides 10 euros la hora, cobrarás 10 euros la hora, pero el cliente pagará 11 euros.

El problema de estas plataformas es que al competir con cualquier persona en cualquier parte del mundo, compites también con aquellos que viven en países con un nivel de vida más bajo que el del tuyo, que se pueden permitir ofrecer sus servicios (igual de profesionales que los tuyos) a 1 euro la hora o menos. Esto hace que muchos freelancers se vean obligados a bajar el precio que cobran por su trabajo para poder competir con estos trabajadores, ya que muchas empresas se acercan a estas plataformas con la esperanza de contratar mano de obra barata. No obstante, de vez en cuando te puedes encontrar con clientes que sí valoren tu trabajo y a los que no les importa pagar un poco más.

Fiverr y taskarmy: ¿Te suena esta imagen? En estas plataformas, es el cliente el que busca al freelance, mientras que este último anuncia sus servicios en la página. Es como un escaparate de pequeñas tareas baratas y hechas rápidamente, no hay un riesgo muy grande y los clientes pueden encontrarse a gusto con un freelancer y contratarlo más veces, mientras el freelance hace lo que le gusta. Pero.... ¿quién pagaría 5$ por un logo para su empresa? y sobre todo, ¿quién estaría tan loco para cobrar 5$ por hacer un logo? La sola imagen con la que se anuncia Fiverr ya parece bastante ofensiva para muchos diseñadores. La respuesta es muy sencilla: la gente inscrita en Fiverr no es profesional, no es un sitio al que una empresa iría a buscar un empleado. La página se lleva el 20% de tus ganancias y tardan unos 14 días en pagar dependiendo de tu pasarela de pago. Hay una opción libre de tasas: Tenrr es como Fiverr, pero gratis. Solo pagas las tasas de la pasarela que uses.
FAQ: http://fiverr.com/terms_of_service



Concursos (no recomendado)

 


99designs es la plataforma más conocida de las muchas que ofrecen este tipo de intercambio. Cuidado. En estas plataformas el cliente publica una oferta y una multitud de desesperados freelancers presenta sus propuestas, realizando el trabajo de manera gratuita. El cliente escoge entre todas las propuestas presentadas y solo el/la elegido/a cobrará. No son nada recomendables ya que se trabaja sin garantía de pago, no se recibe ningún feedback que permita al creador mejorar, y si se consigue cobrar, el pago no es suficientemente alto. No es recomendable trabajar gratis o a cambio de "exposición" de tu trabajo, por razones que Stephen Silver o Lupe Jelena han explicado de forma muy clara. Sin embargo, incluso empresas serias como The Economist están cayendo en esta mala práctica, así que estad muy atentos.



Reflexión final


El Listo no tiene un pelo de tonto.

Hay otras formas de conseguir dinero por tu arte, como poner anuncios en tu blog (aunque se pueden ocultar con plugins o bloqueadores), usar el botón de donar de PayPal, autopublicar tus libros en sitios como Amazon (aunque hay gente que duda de su rentabilidad) y vender en tiendas online, de las cuales, storenvy es probablemente la más popular ya que no cobra muchas tasas. El Listo compartió hace tiempo en su blog algunas formas de ganar dinero con los webcómics, una lectura muy interesante.

Aún así, todavía queda mucho para conseguir vivir de tus propias creaciones en España, ya que no hay tanta gente consumiendo estos servicios, la demografía está limitada a un pequeño grupo de gente. Además, el gran problema que existe a la hora de hacer negocio con tu arte en internet es, ¿cómo hacer que la gente pague por algo que ofreces gratis? Bueno, planteémonos esta otra pregunta: ¿qué haríamos en un mundo sin música, sin cine, sin cómics, sin videojuegos, sin arte, etc.?

Mucha gente no cree que ese mundo pueda llegar a existir, mientras las grandes empresas y corporaciones sigan dándonos "superestrellas". Pero muchas veces esos autores no tienen la libertad para crear su propia obra, y tienen que ajustarse a las imposiciones de discográficas, editoriales, productoras y demás. Es cierto que ganan dinero por su trabajo, porque hay una maquinaria empresarial detrás para asegurarse de que se publicita bien. Sin embargo, hay mucha gente que quiere consumir algo diferente, algo que una persona puede estar haciendo a kilómetros de su casa.

Con internet esto es ahora más posible que nunca. Estas plataformas intentan favorecer la interacción directa entre el creador y su público, eliminando el "man in the middle", ya que las comisiones son muy pequeñas en comparación con otras posibilidades (por ejemplo, una editorial te da el 8% de los beneficios de tu trabajo, mientras que aquí son las plataformas las que se llevan el 8%).

¿Tú que opinas? ¿Has utilizado alguna de estas plataformas? ¿Qué haces para obtener unos eurillos con tu trabajo? Cuéntanos tu experiencia.

Samuel Yam y Jack Conte, fundadores de Patreon.


3 comentarios:

  1. ¡Buen artículo!

    De todo lo que reseñáis he usado Fiverr y Flatr.

    De Fiverr me gustó que en poco tiempo tuve algunos encargos de ilustración, pero pronto me cansé de dibujar a hijos, perros y novias por tan poco dinero. Por no hablar de la barbaridad de dinero que se queda Fiverr (a lo que hay que sumar la comisión de Paypal al retirar el dinero) y de que no permiten enlazar tu sitio web, de modo que, a no ser que los usuarios te busquen activamente vía Google, no tienes forma de llevarlos a tu web y ser conocido como tú mismo y no como un usuario de Fiverr.

    Flatr es una idea que podría funcionar, pero de momento estamos rebotándonos dinero los artistas entre nosotros, como bien decís. No veo a muchos lectores por la labor de pagar sin recibir algo tangible a cambio.

    Por mi parte, el (poco) dinero que he obtenido con mis cosas ha sido por autopublicar en papel y por un par de encargos que me han llegado a través de seguidores de mi webcómic.

    Y esa es mi experiencia :)

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    1. Gracias por compartirlo.

      Yo probé oDesk y Elance por unos meses, pero no me gustó la experiencia. Conseguí algún trabajillo, pero en general, está lleno de profesionales filipinos con portafolios que quitan el hipo y cobran 2 dólares la hora. Llevan como 5 ofertas de la página a la vez, mientras que yo, a 20 dólares la hora, sólo conseguí 2 trabajos en 6 meses, y sólo cuando bajé el precio de 20 a 10 dólares, y luego a 5 dólares. No me compensa trabajar por 3 euros la hora. Filipinos, vietnamitas, indios, rusos, etc. etc. son los que realmente se benefician de estas plataformas, creo yo.

      Fiverr y Tenrr las veo más para un extra money que para un trabajo. Aunque supongo que si te esclavizas lo suficiente a la página, hay una pequeña probabilidad de conseguir vivir de ella.

      A ver si más gente se anima a contar su experiencia.

      ¿Cómo hiciste la autopublicación en papel? ¿Con crowdfunding o pagando la imprenta de tu bolsillo?

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    2. Filipinos a 2 dólares la hora :((( La globalización es una ruina v_v

      He autopublicado pagando yo porque no tengo suficiente base de seguidores para sacar adelante un crowdfunding. De todos modos, lo primero fue en plan fanzine así que fue asequible. Con lo último sí que me ha costado reunir el dinero para hacer una edición digna en una imprenta digital, pero ha merecido la pena porque ha quedado mucho más profesional y eso siempre va a ayudar a las ventas, por lo menos a las presenciales.

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