Alberto González nos habla de su última obra: No serás nadie

Alberto González es un escritor madrileño que ya nos sorprendió anteriormente con su novela El amargo despertar, de la que ya nos habló cuando tuvimos el placer de entrevistarle hace ya unos cuantos números. Ahora hemos tenido el placer de volver a traerle a nuestro blog para que nos hable él mismo de su última obra, No serás nadie, y de sus proyectos futuros. ¿Queréis saber un poquito más? ¡Pues no os la perdáis!

"¿Cómo es la sociedad occidental actual? ¿Cómo será? ¿Estamos capacitados como individuos para soportar nuestra derrota?

En el presente los políticos piden voluntarios para trabajar en las bibliotecas. Pronto desparecerán. En el presente dormimos para olvidar. Pronto dormiremos para trabajar. No serás nadie cabalga entre dos historias paralelas, una actual y otra cercana. Ambas crónicas de una derrota en la que el sueño y el control son ingredientes de un plato llamado futuro."

Tras la publicación de “El amargo despertar” con Nowevolution has sacado, con la misma editorial, “No serás nadie”. Háblanos un poquito sobre esta obra, ¿De qué trata? ¿Qué vamos a encontrar entre sus páginas?

Hola de nuevo, Nari. Como siempre, encantando de hablar de los proyectos que se van poniendo en mi camino. Una novela no es más que una conversación entre autor y lector. Y cerrar la última página no tiene por qué implicar el fin de un libro. Si en El amargo despertar quise hablar de la violencia como uno de los motores que nos mueven como especie, en No serás nadie destaco otro de ellos: la esclavitud. Entenderás que si saco ese término, lo hago con su significado moderno y occidental. Que otros controlen nuestra vida dentro de nuestra propia no libertad.

No serás nadie comienza cuando el que será protagonista lee una carta que le dice a las claras que la vida que está viviendo es una basura. Como es normal, al principio piensa que no ha leído más que chorradas, pero los acontecimientos le irán cambiando de opinión, claro. Este tipo vive en un futuro no muy lejano, cuyo mayor logro económico es que podamos visitar un centro comercial mientras estamos dormidos. Que controlen nuestro consumo, vaya. Justo tras leer esa carta, se levanta, y no en su habitación. Y tampoco en su cuerpo. Se transforma en otra persona, y ese otro conflicto es el que mueve la mayor parte de la novela.

También hay otra segunda historia, narrada en tercera persona. La protagonista es una bibliotecaria de nuestra época. En esas páginas pretendo daros a entender cómo aceptaremos como sociedad que el control de nuestro descanso es algo positivo. Es el porqué.

¡Ah! Y termino con un cuento experimental, que transcurre mucho tiempo después del final de la novela. Aquí hablo de la familia y la identidad humana. El tono del cuento me encanta, lo reconozco, con sus vericuetos, sus cuadros-palabras.

¿De dónde nace esta idea? ¿Cómo se te ocurre la historia?

Como escritor, como persona, intento ser lo más ordenado posible. Necesito un punto de partida. En mi caso, dos: un suceso y una estructura. Un suceso es la respuesta a la primera pregunta. No serás nadie nace una tarde de verano, en la que me planteo qué me ocurriría si un día me despertara siendo otra persona. Y no de manera metafórica. De estructura hablo de la narrativa. Esta historia está contada en primera persona, con la ayuda de la bibliotecaria en 3ª y de las cartas en segunda, muy directas. Como veréis, las dos historias se entremezclarán, y también el lenguaje. Que para ello es una herramienta, ¿no? Hay muchas maneras de contar que Fulanito coge la gripe.
Luego la ficción viene de un trabajo posterior, intenso. Estructuro los capítulos, la historia, los personajes. Y en ese trabajo puedo llegar a ver qué va a ocurrir. Solo en ese momento.

¿Qué ha significado “No serás nadie” para ti?

Un año de trabajo de escritura. Muchas charlas en equipo. Tiempo. Una sensación abrasadora al acabarlo. El asombro al ver que autores a los que admiras saben tu nombre y quieren hablar contigo antes de que saque mi boli para que me firmen. Este rato de miércoles sentado en el suelo de mi salón, con la tripa un poco revuelta. Vivir, al fin y al cabo. Que no es poco.

¿Qué autores u obras crees que han influido en ti para concebir esta nueva obra?

Los lectores y yo no coincidimos. Parece que No serás nadie es una distopía clásica, y cuentan que hay mucho mundo feliz y mucho 1984 entre sus páginas. ¿Sabes qué? Que no me gustaron en su momento ninguna de esas dos novelas, y no me han inspirado, en absoluto. Sí lo ha hecho, en la ciencia-ficción, Dick. Y, sobre todo, Saramago.

Ya es la segunda novela que publicas con la editorial Nowevolution. ¿Cómo está siendo la experiencia de trabajar con ellos?

Una lucha codo con codo. Muchos mensajes, como te digo. Muchas decisiones comunes, pocas decepciones —o ninguna—. Esta entrevista es gracias a ellos. He tenido más suerte que muchos, y a veces me pregunto la razón.

¿Estás ahora mismo inmerso en algún otro trabajo? ¿Vamos a poder leer algo nuevo de ti pronto o nos va a tocar esperar aún un poco más?

Mi tercera novela, que no se llamará Brea porque cambio mucho de títulos, aunque ese me guste, es mi mayor orgullo hasta ahora. La acabé en mayo del año pasado y tiene pinta de que saldrá muy pronto. Mira, en Brea hablo de los primeros años de madurez, de intentar entender porqué no queremos ser lo que somos. En Brea, un grupo de siete desconocidos, monitores, quedan en julio para preparar el vivac que van a hacer con sus chavales en agosto, en el campamento de verano. Un vivac es una caminata con noche al aire libre, para entendernos. En esos caminos de la montaña leonesa verán a animales matarse entre ellos, sabrán lo que es el miedo en una cueva semidesconocida, serán mordidos, caerán enfermos, desaparecerán. Y su único consuelo son ellos mismos, o ni eso. Y aquí no tenemos a un biólogo, a un psicólogo, a un mecánico… Gente como tú o como yo.

Desde mayo he cambiado de aires. Estoy a medio camino ya de Siete muertes para un desahucio, en el que estoy intentando narrar las derrotas de un contemporáneo que le han hecho llegar a una situación límite. A un desahucio, claro.

Y ya está, que no es poco, ¿no?

Como siempre queremos agradecer el tiempo que nos ha dedicado Alberto para esta entrevista y esperamos poder leer esas nuevas obras muy prontito.

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