La historia creada por Frederick Francis (dibujante) y Mélani Garzón (guionista) nos introduce en el mundo onírico, donde el rey de las pesadillas y la reina de los sueños deben mantenerse despiertos para que se mantenga el equilibrio en el mundo. El problema viene cuando la reina de los sueños duerme, lo que hace que las personas empiecen a sumirse en un sueño eterno, una especie de coma del que no pueden salir al cual han denominado la enfermedad de los "Durmientes". En este panorama se nos presenta a Urah Clover, un muchacho un tanto harto de su vida que piensa que para él sería mejor introducirse en ese coma; y lo hace. Acaba despertando en Gudnytmerh y siendo llevado ante el rey de las pesadillas quien le pide que junto a otros compañeros queél mismo le asigna vayan a despertar a la reina ya que no solo afecta al mundo humano, sino que el mundo de los sueños está empezando a expandirse.
La historia está muy bien pensada desde un primer momento y el lector llega a empatizar con los personajes en mayor o menor medida. Con una trama detrás que no se medio soluciona hasta el final, este shonen nos va adentrando en una aventura donde nada es lo que parece (y os daréis cuenta casi al final). Aunque a veces el ritmo de la historia se vuelve un poco frenético, la historia es capaz de enganchar desde el primer momento. Posiblemente la única pega que le saco es que el final no queda completamente cerrado para ser un tomo único (de momento) quedando un par de incógnitas sin resolver. Creo que esta historia podría haber sido aún mejor de lo que ya es si se hubiera podido desarrollar en un espacio mayor.
Los personajes están muy bien diferenciados tanto estilísticamente como en personalidad. Aunque el dibujo y la ambientación recuerdan mucho al conocido manga Soul Eater, a medida que te adentras en la historia se puede ver que eso es solamente la fachada,ya que realmente nada tiene que ver con ello. Cada personaje tiene su propia historia, su propia personalidad e incluso sus cosas graciosas (como la tranquila Reed con su adorable Pion Pion o el propio rey de las pesadillas). Esto hace que se sienta cierta afinidad por alguno de los personajes (en mi caso por Reed, que me parece un personaje muy dulce).
El estilo de dibujo está perfectamente unificado, de modo que los fondos mantienen la estética de los personajes y se cuidan tanto como estos, lo que hace que el dibujo sea uno de los puntos fuertes del tomo.
En definitiva esta nueva obra de Gaijin viene dando fuerte, al igual que Gears. Un tomo muy recomendable que no os dejará mal sabor de boca. Esperemos que pronto podamos tener en nuestras manos una nueva obra de este tandem porque realmente hacen un buen trabajo de equipo.
De esta hornada de mangas gaijins este era, junto con el tercer tomo de bakemono, el que más me llama la atención, pero que se queden un par de detalles abiertos es lo que me hecha para atrás a la hora de comprármelo, no me gustaría que si se queda abierto no continuase.
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