El Esclavo de la Rosa, de Javi Cuho Y Van Durán (reseña)



El Conde de la Rosa Negra es un enigmático personaje que se pasea por las calles del deprimido París de finales del siglo XVIII. Aunque sus oscuras intenciones no están claras, Hans, un joven noble aficionado a la escritura, no puede evitar sentirse atraído por él y le ha convertido en la fuente de inspiración de todos sus relatos...

A lo largo de dos tomos, Javi Cuho y Van Durán nos introducen en una historia llena de misterios, infidelidades, amor y, sobretodo, obsesión. La historia nosintroduce en la historia de un enigmático personaje, el Conde de la Rosa Negra, que se dedica a secuestrar jovencitas, soltándolas poco tiempo después; las chicas al regresar no hablan, no dicen gran cosa de él, pero todas aparecen con una rosa negra marcada a fuego en su piel. El protagonista de esta obra de dos tomos, Hans Von Der Burg, es un chico huérfano de la nobleza sueca quien vive en París bajo la estricta vigilancia de su tío Magnus tras la muerte de sus padres. Su sueño es convertirse en escritor y se inspira en las leyendas urbanas del Conde de la Rosa Negra, por quien siente una gran obsesión y una innegable atracción. El marco en el que se integra la historia, la Revolución francesa, le da un toque dramático a la historia, esa disparatada y enorme diferencia entre la ostentosa vida de la aristocracia y la pobre vida de los pueblerinos muertos de hambre que llevaron al pueblo a una revolución contra la nobleza ha servido en numerosas ocasiones para inspirar grandes historias.

Los grandes puntos a favor que tiene El Esclavo de la Rosa son la historia, el dibujo y el desarrollo de los personajes, unos personajes muy humanos, con sus virtudes y sus grandes defectos, con sus obsesiones y sus bajas pasiones. La historia queda perfectamente enmarcada en el espacio que han tenido para desarrollarla (aunque en mi humilde opinión habría dado para mucho más de dos tomos). Engancha desde el primer momento y es capaz de enlazar el ambiente de revolución del pueblo, con el terror a ese enigmático Conde de la Rosa y las relaciones de amor, infidelidad y desamor que se viven a lo largo de sus páginas sin que queda forzado. Sin embargo el final ha quedado abierto (los que lo hayais leido estaréis conmigo) lo que da libertad a los lectores a imaginar qué podría pasar desde ahí.

El dibujo de Van Durán es impecable,con un trazo muy limpio, algo que se aplica tanto a los personajes como a los fondos, los decorados y las vestimentas. Ha consegudo crear distinción entre los personajes, quedando todos totalmente únicos, lo que ha utilizado perfectamente para jugar con la identidad del Conde y confundir al lector una vez se le ve el rostro al completo. Además la diferenciación entre personajes jóvenes y más adultos le da un realismo que muchos mangas nipones no tienen, y eso se agradece. Los fondos son impresionantes, muy cuidados, pudiendo distinguir grandes edificios históricos en algunos de los paisajes que nos presenta.

Quizá lo único malo que tiene es que el final queda un pelín precipitado por la falta de espacio ya que, como dije anteriormente, la historia es tan rica en detalles que podría haber dado para más de un tomo.

Si os gustan las historias de amor homosexual no os perdáis El esclavo de la Rosa porque es una obra con una grandísima calidad, muy bien trabajada y que merece la pena estar en vuestras estanterías. Desde aquí damos la enhorabuena a los dos autores y esperamos poder tenerles prontito en nuestra revista.

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