El tutorial de hoy viene de mi propia mano, Nari, aunque más que un tutorial, son unos pequeños consejos a tener en cuenta a la hora de hacer cualquier historia y que pueden ayudaros un poco. A la hora de crear un cómic, una hstoria corta, o una novela, tenemos que tener en cuenta muchos puntos que a veces parecen insignificantes, pero que nos pueden ayudar a crear una historia con total cohesión entre sus partes, con un desarrollo lógico de los acontecimientos y que estos lleven al final deseado. Así que,sin más, comencemos con los consejos.
1. Principio y final de la historia.
Aunque no es obligatorio, ni todos los autores trabajan así, el hecho de saber no solo cómo comienza la historia, sino cómo termina, ayuda mucho a la hora de crear el hilo conductor por el que pasarán los personajes principales y secundarios de la historia. A veces el hecho de conocer y fijar ambas partes de la historia, ayuda a que dentro del nudo no haya demasiadas incoherencias o subtramas que se queden colgadas.
2. Creación de personajes.
Cuanto más perfilado estén los personajes (tanto protagonistas como secundarios importantes), más fuerza tendrá la historia. Si queremos que el lector coente y conozca bien a los personajes, el autor debe conocerlos aún mejor. Por eso mismo hay varias cosas a tener en cuenta a la hora de crearlos. Para que comprendáis esto mejor, vamos a ir perfilando a Julia, nuestro personaje modelo. Si buscáis por google hay incluso unos test de 100 preguntas básicas a contestar de un personaje que puede ayudar mucho.
-Apariencia: Tenemos que tener claro no solo cómo es físicamente, sino también el tipo de ropa y estética que suele utilizar (sobretodo de cara a un cómic).
Por ejemplo: Julia mide 175 cm., de complexión normal, pelo negro azabache con el flequillo hacia un lado teñido de rosa fucsia, y las puntas en violeta. El cabello le llega más o menos a mitad de la espalda, con un corte a capas y despuntado. Tiene un piercing en la nariz y otro en la lengua. Un tatuaje en forma de mariposa en el lado derecho del cuello y otro con el kanji de fuerza en la muñeca. Le gusta vestir con pantalones ajustados de cuero y vinilo, aunque a veces utiliza faldas de la misma tela, corsets negros combinados con rojos, morados o tonos rosados y botas altas.
-Carácter: Al igual que las personas, cada personaje debe tener un carácter definido que debemos evitar modificar a lo largo de la historia (luego hablaré más de este tema). El carácter del personaje nos dirá cómo reaccionará ante diferentes situaciones. Esto se refiere, básicamente, a cómo se comporta de cara a los demás.
Por ejemplo: Julia va a ser una persona muy impulsiva, que actúa antes de pensar las cosas. De este modo, siempre que ocurra una situación que pueda ponerla en un aprieto, no pensará en cómo salir de ella, sino que intentará hacer lo que le resulte más obvio, sea o no lo correcto. Con las personas de su alrededor es una persona abierta, divertida y un poco malhablada, pero nunca se muestra de mal humor a no ser que la provoquen.
-Psicología: Al contrario que el carácter, la psicología es lo más intrínseco del personaje. Puede comportarse de un modo, pero interiormente, en su cabeza, ser de otro muy distinto. Esto puede venir bien saberlo para diversos antagonistas. Cuanto más lo definamos, más riqueza tendrá el personaje.
Por ejemplo: Realmente Julia es una persona insegura, que cubre lo que ella piensa que son defectos con ropa oscura, maquillajes muy llamativos y tonos de pelo extravagantes para que resalten más. Suele darle muchas vueltas a los comportamientos de los demás porque teme la idea que puedan tener de ella. Aún así quiere parecer fuerte y se ha forjado una imagen que cubre su verdadero yo.
-Virtudes y defectos: Los personajes perfectos no terminan de conectar con el lector. Normalmente los personajes muy atractivos, carismáticos, que hacen todo bien y que agradan a todo el mundo, no terminan de conectar con el lector (por ejemplo, las MarySue). Si definimos un personaje, con virtudes y defectos, y los dejamos ver a lo largo de la historia, el lector podrá conectar de meor manera con él al sentirse identificado con alguna de estas características. Pueden ser virtudes y defectos fisicos, psicológicos, de carácter,...
-Historia: Siempre hay que tener muy clara la historia de cada personaje: de dónde vienen, dónde están al comienzo de la obra y dónde deben terminar. Esto supone conocer no solo el pasado directo de cada personaje, sino también su familia (al menos remitirse a padres y, si es necesario a abuelos) y miembros de su círculo que hayan podido influir en ellos. Esto no significa que todos los peronajes deban tener un pasado traumático o tremendamente reelevante, pero tener referencias al pasado puede venir bien a la hora de explicar ciertas partes de la shistorias (un recuerdo, una fobia, una relación con otro personaje,...)
-Evolución del personaje: Este punto es muy importante, porque normalmente se confunde evolución con cambio. Si lo pensamos bien, nosotros mismos evolucionamos a lo largo de la vida, pero nuestra esencia se mantiene. Con los personajes es lo mismo. Un personaje que se presenta como una persona fuerte, independiente, dura, fría y que se ha hecho a sí misma, no puede cambiar de la noche a la mañana y de repente tener dependencia total de otro personaje. Puede evolucionar, aprender a ser menos fría, y llegar a empatizar un poco más con otros personajes; o incluso querer atar su vida a la de otro. Pero jamás se volverá dependiente de él. Mataría esencia. también esto es un poco al gusto, pero creo que es algo a tener en cuenta.
3. Temática de la historia
Nunca creéis una obra cuya temática principal no os guste. Parece algo obvio, pero creedme, hay autores que lo hacen y se nota. Si no os gusta, por ejemplo, la Ciencia Ficción, no hagáis una historia cuyo ambiente se base en algo relacionado, porque al final no daréis tanto de sí como os gustaría. Si no os gusta el romance, no escribáis historias de amor. Si no os gusta el terror, no intentéis ser un Stephen King. En serio, es mejor ir tocando los temas que más os llamen la atención y con los que más cómodos os sintáis. Siempre se puede experimentar, claro que sí, pero no os obliguéis solo porque "está de moda" o "es lo que el público pide"
4. Línea temporal
A veces no nos damos cuenta de que, al pasarla por alto, cometemos errores de situación temporal en las historias. Una ayuda para que eso no nos pase, es crear una línea de tiempo que abarque desde el principio de la historia hasta el final, e ir colocando por orden y en días/meses determinados las diferentes situaciones clave de la historia.
Y de momento esto es todo. Quizá más adelante os haga un tutorial para alguna otra cosita. ¡Espero que los consejos os hayan ayudado! ¡Hasta la próxima!
Me ha gustado mucho. Pese a que algunas cosas ya las sabía, de otras no tenía ni idea. Gracias por los consejos. :)
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